En entradas anteriores escribimos sobre la adaptación y hoy, siguiendo con la progresión en el aprendizaje del esquí, lo haremos sobre los primeros deslizamientos sobre la nieve.
En la adaptación al medio y al material ya nos deslizamos sobre la nieve, pero nuestra fuerza motriz era nuestro propio impulso o el de algún compañero. Ahora introduciremos la fuerza de la gravedad como fuerza motriz, y empezaremos a experimentar la sensación de esquiar y con ella a sentir la velocidad, para lo que necesitaremos buscar algo de pendiente.
La seguridad, como siempre, será máxima en este proceso. El esquiador debe sentir que todo está bajo su control y para ello la elección del terreno donde practiquemos estos deslizamientos es fundamental.
En todas las estaciones de esquí existen zonas reservadas para esta progresión en nuestro aprendizaje. Unas mejores y otras no tan buenas, pero por lo general suficientes para nuestro propósito; necesitamos una ligera pendiente para deslizarnos sin grandes aceleraciones y que finalice en una contra-pendiente o gran plano que nos permita detenernos de forma natural. Esta zona debe carecer de obstáculos o elementos de riesgo.
Existen zonas de principiantes con cintas o remontes de fácil uso, pero nuestro consejo y recomendación es qué al principio remontemos la pendiente por nuestros propios medios, ya sea en escalera o con pasos de tijera, sin cansarnos demasiado en esta tarea y alternemos con los medios mecánicos para no agobiarnos en este proceso y hacerlo más divertido.
Subir en escalera o con pasos de tijera nos ayudará con en la adaptación al material y a familiarizarnos con el uso de los esquíes. Con ambos métodos utilizaremos los bastones para estabilizarnos. No es complicado, pero, inicialmente nos costará superar la pendiente, forma parte del aprendizaje.
Deberemos centrar nuestra atención en la posición que adoptamos al deslizarnos en descenso directo, hacer tantos descensos como podamos y recibir “feedback” de la posición y las correcciones necesarias de un profesor.
Podemos hacer ejercicios como:
- Levantar esquíes alternativamente, cambio de huella.
- Saltos, flexiones.
- Tocarnos las botas, rodillas…
- Inclinarnos adelante y atrás.
- Rotaciones de tronco sin perder la huella
- Bajar en parejas pasándonos objetos…
Incrementar la dificultad aumentando la longitud del descenso o la pendiente, siempre en un entorno seguro.
En próximas entradas al Blog continuaremos con la siguiente progresión metodológica.
Amadeo López García
Técnico deportivo de nivel 2
Profesor del Club Amistad
Entrenador del equipo de competición del Club Amistad